domingo, 2 de noviembre de 2008

Declaración Mundial de las Mujeres Noviembre 2007

En la Carta Mundial de las Mujeres para la Humanidad, nosotras, militantes de la Marcha Mundial de las Mujeres, nos reafirmamos en el compromiso del mundo que estamos construyendo: Un mundo donde “todos los seres humanos vivan libres de toda violencia. Donde ningún ser humano le pertenezca a otro. Donde ninguna persona pueda ser esclavizada, forzada al casamiento, deba realizar trabajo forzoso, sea objeto de tráfico o de explotación sexual.” El 25 de noviembre de 2007 – jornada internacional de lucha contra la violencia hacia las mujeres – nos movilizamos en el mundo entero para reafirmar la libertad, la paz, la justicia, la solidaridad, la igualdad.
Los valores de la Carta :
Condenamos el patriarcado, sistema milenario de desigualdades, explotación, privilegios, discriminaciones, valores, normas, políticas, por el que la autoridad y el poder recae en los hombres y en lo masculino, basado en la premisa de una supuesta inferioridad natural de las mujeres en tanto que seres humanos, que lleva a una estratificación en la cual las mujeres ocupan un papel inferior, un sistema que genera violencias.
Condenamos el machismo, que niega el derecho a la autonomía corporal, sexual y reproductiva, a la felicidad y el placer de las mujeres, usando la violencia sexual, afectando nuestra capacidad de goce, deseo y ejercicio de todos los derechos. El machismo reduce a las mujeres a objetos sexuales y condena a las lesbianas y promueve el sexismo, la prostitución, la trata de mujeres y niñas, la violencia contra las mujeres y niñas y niños.
Condenamos el racismo en nuestros países, que junto con la opresión de clase y género, se convierten en una trenza de dominación que condena a las mujeres campesinas, indígenas, inmigrantes y afrodescendientes a las peores condiciones de vida.
Aún existen Estados autoritarios que utilizan la violencia contra mujeres protagonistas de movimientos de mujeres y sociales. Sólo en la última semana recibimos llamados para solidarizarnos con mujeres reprimidas en Burma, Colombia, Guinea, Irán e Pakistán.
Donde hay violencia, hay resistencia. Las mexicanas denuncian los vínculos entre la militarización y la criminalización de los pobres y de los movimientos sociales y la violencia patriarcal. Ellas alzan la voz de las mujeres víctimas abusadas sexualmente en las zonas de frontera con Estados Unidos, que están militarizadas o en situaciones de represión omo Oaxaca y Atenco.

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