Después de la finalización del partido entre Medellín y Quindío, disputado el 29 de junio en la capital antioqueña, Sebastián Leandro Tabares, de 16 años, fue asesinado luego de ser testigo del homicidio de un amigo, mientras se dirigía a su casa. Sebastián fue atacado con un arma de fuego cuando caminaba por el barrio Manrique Los Balsos, en la noche de ayer. El joven que lo acompañaba fue el encargado de informar a los familiares que el adolescente había sido herido a bala, presuntamente por hinchas de Nacional, cerca del sitio donde en junio había visto matar a su compañero. “Mi hijo tenía mucho temor de salir, porque el fue testigo de la muerte del otro muchacho e incluso ese día le pegaron una pela. Él tuvo que ir a la Fiscalía y yo lo acompañé y por eso lo habían amenazado", dijo, Gloria Tabares, madre de Sebastián. Entre tanto, el padrastro del adolescente lamentó los hechos y dijo que es triste ver cómo “estos jóvenes hinchas se citan para matarse haya o no haya fútbol”.
El Colombiano, 07/11/08, Internet. Rodrigo Martínez Arango.
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