El área jóvenes de la Comunidad Homosexual Argentina realizó el acto de inauguración de la “Campaña por la salida del closet”, con la presentación de la publicación “Salí del closet. Guía de recursos para lesbianas, gays, trans y bisexuales”. Fue ayer en el Colegio Nacional Buenos Aires. Contó para eso con el trabajo de la novísima comisión de diversidad sexual del Centro de Estudiantes y la autorización y presencia de la rectora del colegio, la licenciada Virginia González Gass. Así, “el Buenos Aires”, aquel proyecto educativo que traspasa la historia argentina desde que en 1661 los jesuitas se establecieran en el mismo lugar que hoy continúa ocupando el colegio, vuelve a ponerse a la vanguardia de la educación nacional, entendiendo los vientos de cambio de una sociedad que exige respeto por las minorías sexuales. La rectora, más el presidente de la CHA, César Cigliutti, el coordinador del área jóvenes de la comunidad, Luis De Grazia, y el periodista y escritor Osvaldo Bazán charlaron el tema de la salida del closet ante un auditorio compuesto mayoritariamente por adolescentes. El trabajo en el que, según Luis De Grazia, el área a su cargo invirtió cinco años, es una guía práctica con respuestas como Qué hacer, cuándo hablar, qué decir, a quién, por qué. “Las familias y las escuelas aún son los principales espacios donde se nos enseña a avergonzarnos de nuestros deseos, y a disciplinar, negar o castigar nuestros cuerpos. En la oscuridad del closet, nuestras familias no nos protegen o contienen ante las agresiones homo/lesbo/transfóbicas, sino que muchas veces también son lugares hostiles para nosotros y nosotras. En las escuelas el bulling, la discriminación y la violencia entre compañeras y compañeros muchas veces son omitidos e incluso legitimados por la comunidad educativa”, aseguró De Grazia. Antes de hablar. La CHA sugiere ítems que deben tener en consideración quienes quieran "salir del closet".-El momento. Hay que buscar un lugar de comodidad y evitar decirlo en medio de una discusión. No sirve usarlo para herir, porque será tomado como algo negativo.-El vínculo con la familia. El proceso debe resultar positivo para quien lo expresa y sus seres queridos, por lo que es importante conocer cómo piensa y siente el entorno familiar.-Tantear el terreno. Si existen inseguridades, mejor hacer preguntas antes y prestar atención a qué tan receptivo es el otro.-Independencia económica. Para quienes viven con su familia y son mantenidos por ella, la sugerencia apunta a tomar cierta distancia y lograr ser más independiente. De esta manera, no aparecerá el riesgo de ser expulsado. De todas formas, si existe el miedo a una reacción violenta, es mejor esperar para hablar.-Otro sostén. Si la familia puede responder negativamente, es importante contar con algún amigo o grupo de confianza al cual recurrir.-Paciencia. Es necesario estar preparado para responder dudas y cuestionamientos de gente que tal vez nunca reflexionó sobre esto.-Seguridad. Quienes reciban la noticia van a hablar de terapia, religión y convencimiento. Es importante contar con información para ayudar a superar los prejuicios.-La decisión. No hay que aceptar las presiones ajenas para animarse a hablar. Hay que tener en cuenta que muchas veces los miedos están relacionados con las propias fobias y se cree que los otros van a reaccionar peor. (Crítica de la Argentina, pág. 21, 19/11/08 – Osvaldo Bazán)
miércoles, 19 de noviembre de 2008
Buenos Aires.Buenas Nuevas.
El área jóvenes de la Comunidad Homosexual Argentina realizó el acto de inauguración de la “Campaña por la salida del closet”, con la presentación de la publicación “Salí del closet. Guía de recursos para lesbianas, gays, trans y bisexuales”. Fue ayer en el Colegio Nacional Buenos Aires. Contó para eso con el trabajo de la novísima comisión de diversidad sexual del Centro de Estudiantes y la autorización y presencia de la rectora del colegio, la licenciada Virginia González Gass. Así, “el Buenos Aires”, aquel proyecto educativo que traspasa la historia argentina desde que en 1661 los jesuitas se establecieran en el mismo lugar que hoy continúa ocupando el colegio, vuelve a ponerse a la vanguardia de la educación nacional, entendiendo los vientos de cambio de una sociedad que exige respeto por las minorías sexuales. La rectora, más el presidente de la CHA, César Cigliutti, el coordinador del área jóvenes de la comunidad, Luis De Grazia, y el periodista y escritor Osvaldo Bazán charlaron el tema de la salida del closet ante un auditorio compuesto mayoritariamente por adolescentes. El trabajo en el que, según Luis De Grazia, el área a su cargo invirtió cinco años, es una guía práctica con respuestas como Qué hacer, cuándo hablar, qué decir, a quién, por qué. “Las familias y las escuelas aún son los principales espacios donde se nos enseña a avergonzarnos de nuestros deseos, y a disciplinar, negar o castigar nuestros cuerpos. En la oscuridad del closet, nuestras familias no nos protegen o contienen ante las agresiones homo/lesbo/transfóbicas, sino que muchas veces también son lugares hostiles para nosotros y nosotras. En las escuelas el bulling, la discriminación y la violencia entre compañeras y compañeros muchas veces son omitidos e incluso legitimados por la comunidad educativa”, aseguró De Grazia. Antes de hablar. La CHA sugiere ítems que deben tener en consideración quienes quieran "salir del closet".-El momento. Hay que buscar un lugar de comodidad y evitar decirlo en medio de una discusión. No sirve usarlo para herir, porque será tomado como algo negativo.-El vínculo con la familia. El proceso debe resultar positivo para quien lo expresa y sus seres queridos, por lo que es importante conocer cómo piensa y siente el entorno familiar.-Tantear el terreno. Si existen inseguridades, mejor hacer preguntas antes y prestar atención a qué tan receptivo es el otro.-Independencia económica. Para quienes viven con su familia y son mantenidos por ella, la sugerencia apunta a tomar cierta distancia y lograr ser más independiente. De esta manera, no aparecerá el riesgo de ser expulsado. De todas formas, si existe el miedo a una reacción violenta, es mejor esperar para hablar.-Otro sostén. Si la familia puede responder negativamente, es importante contar con algún amigo o grupo de confianza al cual recurrir.-Paciencia. Es necesario estar preparado para responder dudas y cuestionamientos de gente que tal vez nunca reflexionó sobre esto.-Seguridad. Quienes reciban la noticia van a hablar de terapia, religión y convencimiento. Es importante contar con información para ayudar a superar los prejuicios.-La decisión. No hay que aceptar las presiones ajenas para animarse a hablar. Hay que tener en cuenta que muchas veces los miedos están relacionados con las propias fobias y se cree que los otros van a reaccionar peor. (Crítica de la Argentina, pág. 21, 19/11/08 – Osvaldo Bazán)
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