ENCUENTRO REGIONAL DE GÉNERO, ECONOMÍA Y TEOLOGÍA.
3 al 5 de Diciembre 2008
ENTREVISTAS
María Arcelia Gonzáles Butrón (Maruja), economista mejicana, católica y aficionada a la teología. Actualmente en la Universidad Michoacana, en la Facultad de Economía. “En nuestras vidas tuvo mucho que ver la presencia de Ofelia –expresa con emoción Maruja-, con ella estudiamos toda la cuestión sobre género, nos dio una nueva visión. Cuando toda América Latina transitaba por un proceso brutal, ella decía: -es importante el género en la teología, el género tiene que decirnos algo. Continua informando que “en este Encuentro me he referido a la economía para la vida en América Latina, cuáles son los aportes para una cultura económica en Latinoamérica, o sea, los aportes de la economía feminista; poner en el centro temas que han sido puestos al margen, por ejemplo: el trabajo doméstico, el trabajo no remunerado, la economía del cuidado, la importancia de la transformación de la economía desde las unidades domésticas familiares y el aporte que están dando las mujeres a la economía y a la lucha contra la pobreza y las distintas formas de exclusión. Las mujeres están enfrentando la economía, es importante lo que hacen para sostener la vida a costa de su propia vida; estadísticamente se ha comprobado que han aumentado el número de mujeres portadoras de diversas enfermedades.“Estamos a favor de una justicia social de género –aseguró-, de una transformación de las relaciones que hoy son de subordinación, estamos a favor del pleno ejercicio de los derechos, de una sociedad para todos y todas que en este momento no es así. El trabajar con el enfoque de género permite acercarse a otros aspectos de discriminación.” Débora García Morales, teóloga nicaragüense, de la Iglesia Bautista. Actualmente trabaja en la Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI) “Los tres ejes fundamentales que se trataron en este Encuentro fueron: teología, género y economía. En mi presentación intenté tomar de los tres, más bien, lo que está detrás de la materialidad de la vida, o sea, la parte ética. Partí de la equidad y de la igualdad, y discutimos sobre el poder, visto desde una posición teórica, no desde la capacidad de tener fuerza para hacer. Ahora tenemos una crisis con el modelo económico actual –precisa la teóloga nicaragüense- y este es un tiempo para re imaginar la materialidad de la vida. La teología feminista hace aportes, al reconocer que sobre las diferencias se han construido las desigualdades. En una forma de relectura podemos ver cómo la mujer se relaciona dentro de la estructura social, se educa desde un nuevo lenguaje. Este Encuentro ha sido muy importante porque ha insistido mucho en el tema de la economía, el cuál no siempre está presente en la Teología. También porque hemos podido estar aquí con Ofelia. Ella se situó como una mujer con poder en el ejercicio del poder compartido, nos ayudó a las otras mujeres a celebrar la vida y juntas poder avanzar”, concluyó.
Virginia Bahena Morales, hermana católica mejicana del Servicio Social quien realiza su labor en la frontera con Tejas. “Mi intervención en este Encuentro se refirió a la unción en Betania (Marcos 14, 3-9) desde una propuesta metodológica popular y con perspectiva de género. Trabajo la pastoral social de la diócesis de Nuevo Laredo. Vengo de trabajar con las mujeres; no empezamos dando catecismo sino vamos a la gente a platicar, a conocer sus preocupaciones, luego viene la invitación a reunirnos. En los trabajos con los grupos la propuesta es mirarnos, conocernos. Dios quiere que seamos personas. Trabajamos con las mujeres para que reconozcan su cosmovisión, quiénes somos, especialmente su autoestima, porque en Méjico se da muy fuerte la violencia intrafamiliar. Con una sonrisa en su rostro nos dice que “en Cuba, me evangelizan cuando vengo, con su educación, y su trato. Es un pueblo educado, con posibilidades. El mundo mejicano católico no es muy ecuménico y aquí existe un espacio libre. Quiero mucho a este país. “Con este evento le hacemos un homenaje a Ofelia, quien es para nosotros un emblema de las mujeres, una aliada, una compañera, alguien que ha tratado de darle a las mujeres un espacio. Para mí es un privilegio estar aquí, seguir formando a las mujeres, recuperando su fe, su espiritualidad.” Ana L. Varajas Pérez, católica mejicana, graduada de Economía. Actualmente trabaja en Equipo de Mujeres en Acción solidaria (EMAS) “Mi intervención fue sobre la experiencia del desarrollo sustentable en la perspectiva del género y cómo vinculamos el trabajo espiritual y la dimensión de fe en las mujeres. Propongo propuestas de rescate: cómo las mujeres plantean su fe con visiones de cosmovisión, de integralidad al servicio de su comunidad, de sus familias; cómo se trata de recuperar las formas de relación con la naturaleza, con las otras mujeres, con los hombres. Refiriéndose específicamente a su trabajo en México nos dice que “a la virgen de Guadalupe, varias etnias la conocen como “Tonanzi”, símbolo de libertad, de lo femenino, de la madre que da a luz. Analizo cómo este testimonio de fe, de esperanza de las mujeres del mundo rural, logra, en medio de tanta pobreza, florecer estrategias de desarrollo. Usamos las estrategias de campesino a campesino, el aporte de las mujeres al desarrollo sustentable para lograr mundos más equitativos donde la riqueza se reparta. Además, compartí e intercambié el reto de la globalización desde la fe y desde la ética teológica”, concluyó.
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