Cada primero de diciembre se celebra en todo el mundo el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, siendo ésta una fecha clave en la que se suelen refrescar cifras, se organizan campañas y se difunden mensajes de ayuda y prevención. Sin embargo, el número de personas infectadas tiende a permanecer igual, o más grave aún, aumentan año tras año.
Para 2007, según el informe anual de ONUSIDA, fueron detectadas 33,2 millones de personas en el mundo con VIH positivo, de las cuales 30,8 millones son adultos y el resto niños, niñas y adolescentes. Esta realidad puede cambiar si se siguen las recomendaciones de expertos al momento de educar sexualmente a nuestros hijos e hijas. Mantenerse ampliamente informados con respecto al tema, es un deber básico que le corresponde a padres y docentes como principales orientadores tanto en el hogar como en la escuela. Educación sexual a cualquier edad. La prevención del VIH está estrechamente relacionada con la educación sexual, por lo tanto, es imprescindible tratar la sexualidad cuando se habla con niños, niñas y adolescentes sobre sus causas y consecuencias. Desde el momento en que nacen, los niños y niñas reciben mensajes de su entorno que generan inquietudes con respecto a temas sexuales, esto puede ser un indicio de que no hay una edad específica para que sus dudas comiencen a relucir. Según refiere Leoncio Barrios, psicólogo especialista en educación para la familia y la prevención del VIH “mientras más temprano se instruya, más probabilidades habrá de que sus comportamientos sexuales sean responsables (...) Lo que sería un grave error es que, cuando los niños, niñas y adolescentes pregunten sobre sexualidad se les sancione o regañe, porque de esta forma se cierra inmediatamente el diálogo”.
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